Este blog busca difundir algunas fuentes de la obra vygotskiana publicada en español, así como traducir algunos artículos editados en revistas y libros o bajados de la red; todo relacionado con Vygotski.

sábado, 19 de enero de 2013

Mecacci


Psicología rusa y psicología y psiquiatría italianas de la segunda mitad del siglo 20 1
Luciano Mecacci
En: Dubna Psychological Journal № 3, с. 81-87, 2012

Traducción: Efraín Aguilar

Desde los inicios de los años 1950s hasta hoy el impacto de la psicología rusa sobre la psicología y la psiquiatría extranjeras ha sido más fuerte en Italia que en ningún otro país occidental. Durante las primeras décadas después de la II Guerra mundial, en los años 1950s y 1960s, los intelectuales de izquierda en Italia jugaron un papel dirigente en la difusión de la investigación soviética, sobre todo en las esferas pública e institucional (casas editoriales y revistas) afiliadas al Partido Comunista Italiano (Partito Comunista Italiano, PCI). Este fue el canal institucional que introdujo en Italia no solo la obra de los clásicos del Marxismo-Leninismo y de las publicaciones políticas oficiales que salían en la Unión Soviética, sino también de los trabajos científicos soviéticos.

No había conflictos ideológicos, políticos o sociales significativos en algunas disciplinas científicas como las matemáticas, física y química. En ciencias naturales y exactas las nuevas teorías o descubrimientos no tenían impacto inmediato ni general sobre los comunistas italianos e intelectuales de izquierda, y se les percibía como una evidencia más del progreso científico en la Unión Soviética. Con todo, hubo una discusión fuerte sobre la teoría de Lysenko en biología, genética y agricultura. Así, en el verano de 1948 en Moscú se llevó a cabo la sesión Plenaria de la Academia de Ciencias Agrícolas de toda la Unión (VASKhNIL), el foro administrativo y científico discutió la teoría lamarckiana de Lysenko sobre la herencia de las características adquiridas y pronunció la única postura oficialmente permitida en las ciencias médico-biológicas soviéticas. La teoría de Lysenko de modo tajante contradecía el desarrollo de las corrientes principales de la biología y genética occidentales y tuvo un considerable impacto sobre el desarrollo de la horticultura y la ganadería en la URSS. Cuando las noticias de esta decisión alcanzaron Italia una cantidad de académicos, incluidos varios miembros del Partido Comunista Italiano (PCI), objetaron y criticaron abiertamente esa teoría, pero a su vez fueron criticados por su punto de vista burgués y anticomunista; como resultado varios académicos tuvieron que renunciar a su pertenencia al partido. Esta fue una discusión de aspectos científicos que no tuvo una influencia directa sobre la sociedad italiana [1].

Sin embargo, la situación de la psicología y la psiquiatría fue muy diferente. En efecto, por razones sociales y políticas, para los intelectuales italianos de izquierda era mucho más importante asimilar y aplicar en la práctica social las teorías desarrolladas por la psicología y la psiquiatría soviéticas. En 1950 en Moscú otra conferencia fue organizada por la Academia de Ciencias de la URSS, aquella dedicada a la discusión de la teoría del fisiólogo Iván Pávlov. Esta conferencia declaró que la teoría de Pávlov era la única concepción oficial en la Unión Soviética sobre el campo de la investigación cerebral y de los estudios sobre los procesos psicológicos —normales y patológicos. La discusión de las consecuencias de la pavlovización de la investigación cerebral soviética está más allá del objetivo de este artículo. Aunque Pávlov contribuyó de modo significativo a la investigación de la actividad cerebral, la dogmatización de los principios de su teoría de inmediato devino un obstáculo a mayores desarrollos en esta dirección: los laboratorios rusos que hacían estudios innovadores renombrados a nivel internacional a fines del siglo 19 e inicios del 20 entraron en fase de declinación algunas veces de manera irreversible [2].

En Italia, la teoría pavloviana se diseminó a través de revistas apoyadas por el PCI el que parcial o completamente fundó esas ediciones: numerosos artículos de autores “pavlovianos” y muchas discusiones psicológicas aparecieron en las revistas Sociedad (Società), Renacimiento (Rinascita) y Medicina Soviética (Medicina Sovietica). En 1963 Angela Massucco Costa publicó un libro sobre psicología soviética. La autora no solo era un profesora universitaria de psicología sino también Miembro del Parlamento, una representante del PCI. Entonces Italia experimentaba el “"Milagro Económico" (il miracolo economico), el primer crecimiento notable de la economía nacional después de la II Guerra mundial a fines de los años 1950s hasta los 1970s, y la vida social del país pasaba por cambios considerables que a su vez causaron nuevos problemas en áreas tales como los servicios sociales, salud pública y educación.

A inicios de los años 1960s la cultura italiana —cine y literatura— comenzó a explorar las condiciones de la nueva vida del país y las dificultades de la nueva realidad, en la expresión del escritor Cesare Pavese, las “enfermedades del alma” (le "malattie dell'anima”) que emergieron de la nueva sociedad italiana de la prosperidad, pero al mismo tiempo marcadas por la ansiedad y la insatisfacción. En ese periodo salió publicada una serie de libros como El tedio (La noia) de Moravia (1960), Familiarizado con el dolor (La cognizione del dolore) de Gadda (1963), El mal oscuro (Il male oscuro) de Berto (1964). El tipo de psicología implícita en esas obras de arte era más distante de aquella que fue popularizada en ese momento por los comunistas italianos “pavlovianos”, quienes empleaban la noción de los reflejos condicionados para explicar no solo procesos elementales de aprendizaje (como un perro que comienza a salivar ante el sonido de una campana, antes de que se le presente la comida), sino también la emergencia de neurosis, depresión y esquizofrenia. Aquellas novelas se basaban en diferentes tipos de pensamiento e imagen dramáticamente diferentes de un ser humano enraizado en la tradición europea occidental, sobre todo en el psicoanálisis. Además, uno debe recordar que el psicoanálisis en su forma más o menos ortodoxa era un rasgo indispensable del cine italiano de la época, como se ve en películas tales como La aventura (L'avventura) de Antonioni (1960) y (Otto e mezzo) de Fellini (1963). No fue en el curso de las discusiones técnicas y profesionales acerca de la interrelación entre psicología y marxismo o acerca de cuál tipo de teoría psicológica se correspondía mejor a los principios marxistas —¿la teoría de Pávlov? ¿el psicoanálisis?— que el “pavlovianismo” italiano fue socavado. La influencia de las enseñanzas de Pávlov acerca de la actividad nerviosa superior fue debilitada por el complejo contexto social y cultural italiano, en el cual el enfoque pavloviano parecía demasiado simplista, reduccionista, si no trivial [3].

El final de los años 1960s está marcado por la segunda fase de la diseminación de la psicología rusa en Italia. Uno debería tener en mente todo el contexto de la vida social y política de la Italia de ese momento. Esos fueron años de protesta social e intensa lucha iniciada por los trabajadores y los sindicatos, pero al mismo tiempo este fue el periodo cuando la izquierda italiana inició una serie de nuevas reformas sociales importantes. La más pertinente de ellas en el contexto de la presente discusión es la Ley 118 de 1970 (la legge 118 del 1970) 2. De acuerdo con esta legislación, fueron cerradas las clases especiales para los físicamente discapacitados o mentalmente retardados, y todos aquellos niños que habían sido considerados como discapacitados debían ser asignados a las clases regulares. Estas innovaciones de la escuela pública italiana tuvieron lugar bajo la considerable influencia de la psicología rusa que se propagó rápido en la Italia de entonces, que llegó a ser la base para experimentos psicológicos y pedagógicos en los años 1970s. En 1966 el libro que a veces era considerado como el trabajo más importante de la psicología rusa del siglo 20 —“Pensamiento y habla”— fue primero traducido al italiano (aunque con omisiones notables) y publicado en Italia. Entonces, en 1969, un libro sobre los trabajos escogidos de los autores de la tradición histórico-cultural soviética fue publicado bajo el título “Psicología y pedagogía” (Psicologia e pedagogia), editado por Marco Cecchini. Este volumen incluía los trabajos de L. S. Vygotskiy, A. N. Leóntiev, A.R. Luria y muchos otros. Esos dos libros ejercieron gran influencia sobre los psicólogos y pedagogos italianos y llegaron a ser lectura obligada para cualquiera. Vygotskiy fue muy crítico de Jean Piaget, quien era la fuente principal de las referencias de los académicos italianos; así, Vygotskiy ganó creciente reconocimiento público entre los intelectuales de izquierda italianos por su interés en los factores sociales e históricos y por su llamado repetido a la integración social de los niños discapacitados y a la socialización de los niños marginados [4].

A pesar de la divulgación de los trabajos de los autores rusos, antes desconocidos para el lector general de Italia, entre los psicólogos italianos cercanos al PCI o sus antiguos miembros se llevaba a cabo un conflicto notable teórico e ideológico. Entre los académicos italianos de izquierda se propagaba la opinión de que la teoría de Vygotskiy no acababa de encajar en los principios del marxismo, ni en las bases de la teoría de Iván Pávlov. Hubo necesidad de una explicación histórico-teórica de esta controversia entre dos enseñanzas en apariencia marxistas, y esta necesidad no fue satisfecha por los trabajos de autores occidentales incluido Massucco Costa, quien podía haber hecho un breve viaje a la Unión Soviética en su mejor momento pero se basó en fuentes escritas como libros y artículos publicados, más que en la experiencia inmediata del trabajo en laboratorios e instituciones psicológicas rusos. En las tres últimas décadas me he dedicado a la reconstrucción histórica de la psicología rusa exactamente por esta razón: la decepción que sentí cuando descubrí que muchas nociones que circulaban ampliamente en occidente y que se aprendían de libros y revistas “oficiales”, no reflejaban adecuadamente el desarrollo histórico y el estado contemporáneo del arte en la psicología soviética.

Me sorprendí mucho cuando hice mi primera visita a Moscú en 1972, donde estuve varios meses para hacer algún trabajo en el local del Instituto de Psicología, el viejo y primer instituto nacional de ese tipo fundado en 1912. Entonces el Instituto estaba localizado en el antiguo edificio de la Avenida Marx (prospiekt Marksa), hoy calle Mójovaya, que se amplió más tarde en otra gran institución bajo los auspicios de la Academia de Ciencias de la URSS. Aquí es donde trabajé durante mis posteriores visitas a Moscú. Escogí trabajar en el laboratorio de psicofisiología, en el cual se usaba como marco teórico una versión modificada de las enseñanzas pavlovianas. Este laboratorio era bien conocido en Europa occidental y los Estados Unidos porque los miembros del grupo de investigación, liderado por V.D. Nebylitsyn, publicaban sus trabajos en inglés y lo novedoso de sus investigaciones tenía cierto impacto. Sin embargo, todos los investigadores de alrededor incluidos muy probablemente los de este laboratorio —viejos y jóvenes por igual— eran “anti-pavlovianos”. El mayor interés se centraba en las teorías de L. S. Vygotskiy y sus alumnos A. N. Leóntiev y A. R. Luria. Aunque los trabajos de Leóntiev y Luria eran publicados con regularidad (es necesario recordar que el trabajo de Luria de 1932 fue publicado hasta 1974, mientras que su libro en inglés de 1932 no salió en Rusia hasta 2002 [5]), la divulgación de los trabajos de Vygotskiy estaba limitada, implícitamente, por el decreto oficial de 1936 del Partido Comunista de la Unión Soviética (PCUS). Entre varias excepciones figuraban dos volúmenes de obras escogidas con textos abreviados o censurados que incluían “Pensamiento y habla” (Myshlienie i riech) y que fueron publicados en 1956 y 1960. No obstante, Vygotskiy era el tópico principal de nuestras discusiones debidas a la difusión de sus trabajos censurados mediante samizdat 3. ¡Sólo hasta que el trabajo de Vygotskiy fue publicado en 1982, esos dos libros se convirtieron en una rareza bibliográfica!

Así, me propuse la tarea de reconstruir e investigar la historia de la psicología rusa, basado en la evidencia documental. Mi guía en la historia de la psicología rusa fue mi maestro Alexander R. Luria, aunque él prefería no discutir ciertos episodios problemáticos de esta historia. También recibí una considerable asistencia de Giuseppe Garritano, quien era director (direttore editoriale) de la casa editorial del PCI “Editores Unidos” (gli Editori Riuniti). Garritano, un gran admirador de la cultura rusa (él tradujo el libro de Bajtín sobre Dostoievskiy), me apoyó de modo incondicional. Comencé con la publicación de dos volúmenes de trabajos escogidos de psicólogos soviéticos: primero, “Lo inconsciente en la psicología soviética” (L'inconscio nella psicologia sovietica), en 1972, y después “Psicología Soviética de 1917-1936” (La psicologia sovietica 1917-1936)— en 1974. Entonces, en 1977 publiqué mi libro “Cerebro e historia” (Cervello e storia) que trata sobre la historia de la psicología y la neurofisiología en la Unión Soviética, con el prefacio escrito nada menos que por Luria. La edición al inglés de este libro salió en 1979. Además, edité la traducción de numerosos textos de Vygotskiy, Luria y otros psicólogos rusos [6].

Este trabajo dio nuevos conocimientos del contexto histórico de esas obras psicológicas soviéticas: por un lado, la diversidad y riqueza de los hilos teóricos y metodológicos, por el otro, un curioso inter juego entre la psicología como teoría y la psicología usada en condiciones sociales y políticas concretas de la Unión Soviética de los años 1920s y 1930s. Este trabajo proporcionó una explicación comprensiva de las razones detrás del ya mencionado decreto del Comité Central del PCUS que prohibió ciertos sistemas psicológicos y pedagógicos.

Mientras tanto, el interés por la psicología rusa seguía creciendo en Italia: mucha más gente se vio interesada en los académicos rusos y aparecieron nuevas traducciones. Maria Serena Veggetti, quien daba clases en la Universidad de Roma y había traducido una parte de “Pensamiento y habla” de Vygotskiy en 1966, jugó un papel prominente en este movimiento [7]. Una importante marca de este periodo fue una conferencia dedicada a Vygotskiy y su legado que organicé en Roma en 1979. Me gustaría recordar que esta fue la primera conferencia de este tipo que fue seguida por eventos similares en Moscú, USA, México, etc. que también fueron dedicados en especial a Vygotskiy, quien desde los años 1980s vino a ser uno de los académicos con frecuencia citados en las discusiones sobre problemas actuales de la psicología contemporánea.

Este fue un periodo en el que los investigadores occidentales estaban más informados de los tópicos vygotskianos que sus pares rusos: al menos esta era la impresión que uno podía tener con base en las publicaciones y las discusiones públicas. Recuerdo con claridad cómo durante un congreso acerca de la historia de la psicología llevado a cabo en 1988 en Budapest4, esto es, en un pasado relativamente cercano, se organizó un simposio sobre Vygotskiy en el cual una pequeña delegación de académicos rusos participó. Las presentaciones de los colegas rusos fueron muy correctas y bastante interesantes, pero al mismo tiempo estuvieron basadas en un limitado número de textos y documentos históricos. Estos colegas rusos de nuevo presentaron a Vygotskiy como un teórico inofensivo, de frente alta y abstracto, pero fallaron en mencionar siquiera que él había ocupando algunos puestos gubernamentales y por sus aplicaciones prácticas de la psicología fue censurado y evitado. Este solo es un ejemplo. En una discusión amistosa muy encendida un académico occidental notó que una serie de trabajos de Vygotskiy como “El fascismo en psiconeurología” (Fashizm v psijonievrologuii) estaban sólidamente basados en el contexto ideológico y político. Los colegas rusos ignoraban este trabajo y decían que Vygotskiy nunca lo había escrito. Sin tener el texto verdadero como prueba sobre el punto, no fue posible convencerlos de lo contrario.

La situación cambió dramáticamente en los años 1990s. La historiografía rusa dio nacimiento a una serie de trabajos muy importantes apoyados por tanta evidencia documental que su nivel no fue accesible a los académicos occidentales. Además de libros y artículos, los lectores tuvieron acceso a documentos no publicados y testimonios personales. Así, para entender mejor a Vygotskiy la biografía escrita por su hija Guita Vygódskaya en colaboración con Tamara Lifanova llegó a ser fuente fundacional; el libro de Etkind “Eros de lo imposible” (Eros nievozmózhnovo) hizo una contribución innovadora a la historia del psicoanálisis ruso; además, está el libro de Irina Sirotkina de considerable interés acerca de las interrelaciones entre psiquiatría y literatura rusa de los años1880-1930s [8].

Sin embargo, el historiador —occidental o ruso— aún tiene mucho trabajo por hacer, en especial sólo en los temas debe haber un trabajo que está limitado por los textos publicados, al surgir dudas acerca de nuevas interpretaciones con base en fuentes históricas recién descubiertas, interferencia de la censura, etc. Vaya un ejemplo de mi propia experiencia con mi traducción al italiano de 1990 de “Pensamiento y habla” de Vygotskiy [9]. Este libro fue publicado en Moscú en 1934 varios meses después del fallecimiento de Vygotskiy y en general fue evitado después del decreto de 1936. Más tarde, este libro fue re publicado en 1956 y 1982. Yo comparé las tres ediciones del libro y descubrí que en la edición de 1956 el texto de la primera edición fue considerablemente censurado: largos fragmentos del texto fueron cortados y, aún más, en muchas ocasiones fueron cambiadas palabras y frases a lo largo del libro. Más tarde, en la edición de 1982, el texto modificado de la segunda edición sufrió censura y edición adicionales. Los análisis de las diferencias entre las tres ediciones del texto, en particular los cambios hechos en 1956 y 1982, dan luz acerca de los problemas ideológicos y políticos que de modo hipotético se revelan en el contexto del desarrollo histórico de la realidad social y política de la Unión Soviética de los años 1950s y 1980s.

En conclusión, me gustaría mencionar dos temas muy complejos, pero muy interesantes desde la perspectiva de un investigador de la historia de la psicología rusa. El primer tema concierne al problema de los niños sin hogar (biesprizórniki) de los años 1920s y 1930s en la Unión Soviética, tema que fue investigado por los recientes estudios académicos italianos [10]. El segundo tema se refiere al problema de las nacionalidades, de las diferencias culturales y temas relacionados de integración social, escolaridad, etc. durante el periodo entre guerras [11]. Estos dos grupos de problemas —los niños abandonados y las relaciones inter-culturales— son importantes y actuales para los psicólogos rusos e italianos por igual.

Y, por último, el tema siguiente al que me referiré aquí es el problema de la psiquiatría y su historia, y el papel de la psiquiatría en la vida política y social de Rusia. Bajo la influencia de los comunistas italianos la teoría de Pávlov comenzó a propagarse en Italia en los años 1950s como un marco teórico prestado para aplicarlo no solo a la investigación cerebral y psicológica, sino también a la psiquiatría. Por cierto, Pávlov es conocido por haber sugerido una teoría de los procesos psicopatológicos, incluidas neurosis y psicosis. Sin embargo, los psiquiatras y psicoterapeutas italianos estaban muy escépticos con esta innovación y se resistieron a la idea de aplicar esta teoría a su práctica. La influencia de la psiquiatría clásica alemana —en particular las ramas fenomenológica y existencial contemporáneas originadas en los trabajos de Jaspers y Binswanger— y del psicoanálisis era tan fuerte en Italia que los psiquiatras locales estaban muy reacios a ratificar el reduccionismo fisiológico de Pávlov. En los años 1970s se puso en marcha una campaña crítica contra la psiquiatría tradicional basada en el enfoque biológico-farmacológico y el tratamiento psiquiátrico obligatorio con el uso de sedantes. La culminación de esta campaña fue en 1978 cuando salió la Ley 180 sobre la reforma de la práctica psiquiátrica (Legge 180 sulla riforma psichiatrica): la ley mandaba cerrar todos los hospitales psiquiátricos 5. Después de esta legislación se hizo un movimiento importante contra las políticas oficiales “pavlovianas”. De modo notable los intelectuales de izquierda italianos no expresaron su desacuerdo con la postura oficial pro-pavloviana del PCI como un todo.

En 1978, el Instituto Gramsci (l'Istituto Gramsci), una organización que se ocupaba de las cuestiones culturales en el PCI, organizó una conferencia a gran escala: “Periodos y problemas de la historia de la URSS” (Momenti e problemi della storia dell'URSS). Numerosos políticos e intelectuales, comunistas y no afiliados a ningún partido político participaron en esta conferencia. El Prof. Vittorio Strada presentó una plática sobre el tema “Política y cultura en la URSS” (Politica e cultura nell'URSS). Mi presentación fue titulada “El hombre nuevo soviético” (L'uomo nuovo sovietico), y en ella demostré que no solo las más obvias funciones utópicas se esconden detrás de la noción de propaganda, sino también ésta proporciona los medios de legitimización de la represión psiquiátrica en aquellos individuos que disentían del modelo de conducta prescrito. Esta idea y la invitación a discutir este problema no tuvieron apoyo entonces debido a una serie de razones, y no solo porque provinieran de un muy joven ponente. Sin embargo, no deberíamos estar preocupados por que los políticos italianos callaran el problema de la psiquiatría punitiva en la Unión Soviética como medida contra los disidentes locales y los oponentes políticos (después de todo, en raras ocasiones hubo varias críticas y protestas contra las acciones y políticas de la Unión Soviética). Lo que importa es el silencio y la pasividad de los psicólogos y psiquiatras italianos, en contraste con el activismo y criticismo del curso de las acciones soviéticas ampliamente propagadas entre sus pares de otros países del occidente europeo. Pudo haber una discusión de la situación actual: cuando en Italia el tratamiento psiquiátrico era criticado ampliamente y los pacientes eran liberados de los hospitales, en contraste, al mismo tiempo en uno de los países que eran considerados avanzados en el aspecto social y científico se expandían las llamadas funciones terapéuticas del tratamiento hospitalario y la marginalización de los pacientes mentales. Sin embargo, la comunidad académica y médica de Italia nunca demostró una iniciativa colectiva para plantear esas cuestiones como sucedió en otros países [12].

Por lo tanto, para los psicólogos y psiquiatras italianos las teorías desarrolladas en Rusia y la Unión Soviética nunca fueron un modelo que debía ser transferido a Italia con base en su novedad y mérito científico. Un análisis del cómo y cuando esos modelos fueron importados y propagados en Italia revela una similitud de pautas paralelas de su desarrollo, que es la forma en que fueron influidos por las preocupaciones de carácter ideológico y político.

Notas:

1 Traducción al inglés de un artículo original en italiano: Luciano Mecacci La psicologia russa e le scienze psicologiche e psichiatriche in Italia nella seconda metà del Novecento. Toronto Slavic Quarterly, No 17- Summer 2006. Para la version al italiano del artículo ver: http://www.utoronto.ca/tsq/17/mecacci17.shtml

2 Nota del traductor: parece que el autor se refiere a la ley del 30 de marzo de 1971 (Legge 30 marzo 1971, n. 118: "Conversione in legge del D.L. 30 gennaio 1971, n. 5 e nuove norme in favore dei mutilati ed invalidi civili"); ver, http://sportellodpd.uniroma1.it/index.phpapplication=ProPages&func=viewpage&pageid=72  o  http://www.handylex.org/stato/l300371.shtml .—A. Yasnitsky

3 Nota del traductor: Samizdat —sistema en el que la literatura censurada por el gobierno soviético era escrita, impresa y distribuida clandestinamente; también las mismas obras literarias. El samizdat comenzó en los años 1950s, primero en Moscú y Leningrado, después a todo lo largo de la Unión Soviética. Típicamente tomó la forma de copias en papel carbón de hojas escritas a máquina que pasaban de un lector a otro. Ver: http://www.merriam-webster.com/dictionary/samizdat .—A. Yasnitsky

4 Nota de traductor: El autor se refiere a la Séptima Conferencia Europea CHEIRON, Budapest, Hungría, 4-8 de septiembre de 1988. —A. Yasnitsky

5 Nota del traductor: La llamada Ley Basaglia (Ley 180) (En italiano: Legge Basaglia, Legge 180) del 13 de mayo de 1978. Para información adicional ver: http://en.wikipedia.org/wiki/Basaglia_Law , http://en.wikipedia.org/wiki/Psychiatric_reform_in_Italy , y http://en.wikipedia.org/wiki/Democratic_Psychiatry . —A. Yasnitsky

Referencias:

1. Sobre el debate dentro del PCI del asunto Lysenko, ver N. Ajello, Intellettuali e PCI 1944-1958 [Intelectuales y PCI 1944-1958], Laterza, Roma-Bari 1972.

2. Sobre el pavlovianismo y sus consecuencias para la investigación soviética en psicología, ver L. Mecacci, Cervello e storia. Ricerche sovietiche di neurofisiologia e psicologia, Editori Riuniti, Roma 1977 (Traducción al inglés, Brain and History. The Relationship between Neurophysiology and Psychology in Soviet Research, Brunner/Mazel, New York 1979). El libro tenía un prefacio de A. R. Luria. Sobre Luria, quien fue mi maestro en Rusia, ver mi artículo: Luria: A unitary views of human brain and mind, en Cortex, 2005, 41, 816-822.

3. Sobre el pavlovianismo italiano en los años '50 y ’60, ver L. Mecacci, Psicologia e psicoanalisi nella cultura italiana del Novecento [Psicología y psicoanálisis en la cultura italiana del siglo XX], Laterza, Roma-Bari 1998.

4. L.S. Vygotski, Pensiero e linguaggio [Pensamiento y habla], editado por A. Massucco Costa, Giunti, Firenze 1966; L. S. Vygotskij, A. R. Lurija, A. N. Leontjev, Psicologia e pedagogia [Psicología y pedagogía] editado por M. Cecchini, Editori Riuniti, Roma 1969.

5. R. Lurija, The Nature of Human Conflicts, Liveright, New York 1932 (Primera edición rusa: Priroda cheloviécheskij konflíktov, Cogito Centre, Moskv{a 2002).

6. L'inconscio nella psicologia sovietica [lo inconsciente en la psicología soviética], Editori Riuniti, Roma 1972; La psicologia sovietica 1917-1936 [La psicología soviética 1917-1936], Editori Riuniti, Roma 1974; Cervello e storia, ver nota 2. Además promoví o edité para Editori Riuniti la traducción de varios libros (L. S. Vygotskiy, A. N. Leóntiev, A. R. Luria, A. A. Leóntiev, etc. incluido el bello libro de Y. Gagarin y V. Lebedev sobre la psicología en el cosmos).

7. Las contribuciones de M. S. Veggetti a la diffusion de la psicología rusa en Italia son señaladas en su último libro Psicologia storico-culturale e attività [Psicología Histórico-cultural y actividad], Carocci, Roma 2006.

8. A. M. Etkind, Eros nevozmozhnogo, Gnozis, Moskva 1994 (libro traducido al inglés, francés y alemán); G. L. Vygódskaya y T. M. Lifanova, Liev Siemiónovic Vygotskiy, Akademia, Moskvá 1996; I. Sirotkina, Diagnosing literary genius. A cultural history of psychiatry in Russia, 1880-1930, The Johns Hopkins University Press 2002.

9. L. S. Vygotsky, Pensiero e linguaggio [Pensamiento y habla], Laterza, Roma-Bari 1990. La comparación de las tres ediciones ahora está en L. Mecacci y A. Yasnitsky, Editorial changes in the three Russian editions of Vygotsky’s Thinking and Speech (1935, 1956, 1982). Towards authoritative and ultimate English translation of the book, en PsyAnima, Dubna Psychological Journal, 2011, 4 (4), 159-187.

10. D. Caroli, L'enfance abandonnee et delinquante dans la Russie sovietique, L'Harmattan, Paris 2004; Autobiografie di bambini e giovani abbandonati in URSS (1927-1936) [Autobiografías de niños y jóvenes abandonados en la URSS (1927-1936) ], en Slavia, 2000, 9 (3), pp. 146-182 e Ideali, ideologie e modelli formativi. Il movimento dei pionieri in URSS (1922-1939) [Ideales, ideologías y modelos educativos. Movimientos pioneros en la URSS (1922-1939)], Bologna, Unicopli 2006.

11. Sobre la influencia de las teorías vygotskianas en las discusiones actuales acerca de la psicología cultural, ver L. Mecacci, Psicologia moderna e postmoderna [Psicología moderna y postmoderna], Laterza, Roma-Bari 1999 y La cornice storico-metodologica della psicologia culturale [El marco histórico-metodológico de la psicología cultural], en Ricerche di psicologia, 2004, 27 (3), pp. 47-56.

12. L. Mecacci, L'uomo nuovo sovietico [El hombre nuevo soviético], en Momenti e problemi della storia dell'URSS [Momentos y problemas de la historia de la URSS], editado por S. Bertolissi, Editori Riuniti, Roma 1978, pp. 249-257. Sobre la psiquiatría pavloviana en Italia ver Psicologia e psicoanalisi (ver nota 3). Un primer análisis de la psiquiatría y de su fondo político en Rusia fue dado en mi trabajo Psicologi, psichiatri e scrittori durante lo stalinismo [Psicólogos, psiquiatras y escritores durante el Stalinismo], en Figure della follia [Figuras de la locura], editado por M. Bresciani Califano, Olschki, Firenze 2005, pp. 131-143.